
Conducir con hielo es realmente peligroso, y es por eso que en los meses de invierno siempre se producen la mayoría de accidentes del año. Vamos a darte las claves para conducir de forma segura con hielo y nieve.
Prepara el coche
Para poder reaccionar mejor a los imprevistos que pueden aparecernos por condiciones climáticas de frío extremo, tenemos que tener nuestro coche preparado. Para ello:
- Revisa el nivel de líquidos (frenos, aceite y dirección). Rellena el líquido anticongelante si apenas queda y cámbialo si llevas más de dos años con él.
- Intenta utilizar neumáticos de invierno, son mas adherentes y reducen la distancia de frenado, por lo que son ideales para reducir el resigo de accidentes.
- Revisa la batería y no dudes en reemplazarla si es necesario.
- Revisa que los faros estén limpios, bien regulados y que funcionan correctamente.
- Viaja con el depósito lleno.
- Revisa que las escobillas de los limpiaparabrisas limpien a la perfección y añade alcohol al depósito de agua para evitar que se congele.
- Si vas a dejar el coche aparcado, levanta los limpiaparabrisas, tapa las cerraduras con cinta adhesiva y deja puesta una marcha corta para evitar que las pastillas de freno se queden pegadas a los discos.
Ten cuidado con las placas de hielo
Es normal que la mayoría de los coches tengan avisadores de temperatura que nos ayuden a prevenir una situación difícil, pero lo más importante a la hora de encontrarse con una placa de hielo, es la reacción del conductor.
La forma correcta de actuar al encontrarnos una placa de hielo es: reducir la velocidad, aumentar la distancia de seguridad con los vehículos, no acercarse a los interiores de las curvas para evitar una mayor concentración de hielo y mantener la calma pero siempre circulando con cuidado.
Ten en cuenta ciertas cosas si conduces con nieve
A parte de tener en cuenta todas las recomendaciones hechas para la conducción con las placas de hielo, hay que tener otras cosas en cuenta debido a que la nieve conlleva una reducción de visión considerable. Para solucionar esto, utiliza las luces de cruce y, si no es suficiente, utiliza las luces antiniebla.
A la nieve le suele acompañar fuerte viento, lo que complica un poco más la conducción. Sujeta fuertemente el volante, no lo muevas de forma brusca y reduce la velocidad.