
Aunque cada día los vehículos son más seguros, no son máquinas infalibles. Por suerte, hay fallos que pueden detectarse simplemente escuchando a nuestro vehículo, aunque esto no sea tarea fácil y requiera un buen conocimiento del vehículo. A continuación pondremos unos cuantos de estos sonidos que nos indican fallos en nuestro vehículo.
Chirrido al frenar
Escuchar un chirrido al frenar indica problemas o bien en las pastillas de freno o bien en los discos de freno. Sea lo que sea es importante revisar qué está fallando y realizar los arreglos o cambios pertinentes antes de que tengamos una avería mayor.
Si lo que escuchamos es un ruido más metálico, puede que las pinzas o los pistones estén rozando contra el disco. Este problema requiere de atención inmediata ya que puede suponer daños en el sistema hidráulico.
Traqueteo del tubo de escape
El traqueteo en el tubo de escape puede indicar que hay un agujero en dicho sistema, pero si se aprecia un ruido parecido a un montón de piedras en una lata, es indicador de que el convertidor catalítico que reduce las emisiones de tu coche está averiado.
Silbidos/chirrido bajo el capó
Sea lo que sea, si detectas estos sonidos no dudes en llamar a la grúa si es necesario, sobre todo si hay vapor o percibes un olor, ya que se tratará de una fuga de anticongelante.
Si en cambio lo que escuchamos es un chirrido, no está indicando que la correa de transmisión necesita ser sustituida. Este sonido se percibe sobre todo cuando se arranca el coche o se revoluciona. Su reemplazo es sencillo, pero una rotura de la correa puede acarrear grandes problemas.
Ruido al circular o de rodadura
El ruido al circular puede significar dos cosas: o bien los neumáticos están llegando al final de su vida útil, o bien los cojinetes de alguna rueda requieren ser sustituidos. Sea lo que sea es necesario prestarle problemas antes de que causen problemas mayores.
Ruido y golpes en la parte trasera
Si aprecias ruidos y golpes en la parte trasera del vehículo, puede significar que algún tornillo del escudo térmico del silenciador está suelto. Por suerte, la solución a este problema es tan sencilla como apretar los tornillos que se hayan aflojado.